Las nuevas tecnologías y la educación tecnológica, otro de los puntos importantes dentro de los recursos humanos.
La inteligencia artificial impactó fuertemente en el mercado laboral. Pero, sobre todo, generó varias inquietudes con respecto a los puestos que puede llegar a reemplazar. Julián de Diego, doctor en Ciencias Jurídicas, participó del evento de Recursos Humanos organizado por El Cronista y la revista Apertura y analizó las consecuencias de aplicar las nuevas tecnologías en un sector que está en constante cambio.
De Diego remarcó: «No estamos viendo inteligencia artificial. Lo que existe actualmente son avances significativos basados en algoritmos que generan automatizaciones predefinidas antes de que sean visualizadas por las personas».
Además, sumó: «Cuando se desarrollen, las inteligencias artificiales sustituirán la inteligencia humana y operarán con su propia autonomía sin depender de la voluntad de las personas. Esto, definitivamente, traerá grandes transformaciones en el mercado laboral».
Respecto a la sustitución de personas por máquinas, De Diego explicó: «El reemplazo del factor humano en las organizaciones, además de generar mayor competitividad y reducción de costos, evita problemas periféricos asociados a reacciones sindicales, delegados y huelgas».
Y dijo: «La sustitución de translación es otro fenómeno que vemos, donde no sólo se reemplaza al factor humano por sistemas tecnológicos, sino que también se trasladan muchas de las responsabilidades y tareas que antes realizaban los empleados hacia los usuarios. Por ejemplo, la implementación del home banking reemplazó al empleado de un banco por el usuario».
En cuanto a la educación, De Diego alertó que «muchas personas subestiman la rapidez con la cual avanza la disrupción tecnológica, algo que agrava los desafíos educativos. Esto hace que las personas lleguen a estar desplazadas en el mercado laboral y no puedan integrarse a las nuevas tendencias».
Sin embargo, aseguró que la Argentina ya implementa este tipo de educación, y que busca seguir el ejemplo de países europeos, al brindar capacitación tecnológica a niños en edad preescolar. «Esto brinda oportunidades para mejorar el mundo de nuestros niños», dijo.
Y agregó: «La educación informática es disruptiva porque muchas personas, sin haber terminado los estudios secundarios, pueden hacer un curso que le brinde conocimientos básicos de programación y estar preparados para ser buenos programadores en el mercado actual, algo que tiene mucha demanda en la actualidad».
«Hay una gran contradicción entre dos modelos que generan enfrentamientos: la manera que se miden las remuneraciones o las jornadas laborales», finalizó.
Fuente: El Cronista