La cultura de una compañía es entendida como: «El conjunto de valores, ideales, actitudes y objetivos que caracterizan a una organización. Se compone de intangibles importantes que dictan cómo debe operar el equipo. En muchos sentidos, se convierte en parte de la identidad de la empresa», según la Escuela de Negocios de la Innovación y los Emprendedores.
Siguiendo este concepto, se puede decir que una cultura institucional dirigida al cliente, o cultura customer centric, planeará sus productos y comunicaciones pensando en el comprador.
Empresas Customer Centric:
Para saber si una compañía está orientada al cliente debe:
- Conocer a las personas que hay detrás de sus compradores: entender qué les hace felices y qué les hace sufrir, así como sus causas.
- Plantear soluciones inspiradas en estas personas: para esto hay que empatizar y ponerse en su lugar.
- Idear, implementar, medir y aprender de manera constante.
- Empoderar a los colaboradores para tener equipos cada vez más autónomos: cuando las personas se empoderan inspiran a sus compañeros, los conectan con su propósito, ayudándolos a sentirse bien y encontrar su misión. Así se premia la afinidad con los valores de la empresa.
- Ser simple y transparente, sobre todo cuando la gente más lo necesita: La sugerencia aquí es simplificar los procesos y dirigir la atención a los problemas realmente críticos.
- Tener una identidad: las organizaciones deben guardar un único estilo de comunicación y tener una visión coherente con la realidad.
FUENTE: IProfesional